El emblema es un elemento de la identidad visual de la empresa y se acompaña del producto que se pone en el mercado. Ello constituye la firma de la empresa y sirve, por lo tanto, para identificarla y diferenciarla de otras organizaciones. Personaliza la empresa, agregando más valor a ella.
¿Cuál es la importancia del emblema?
Este elemento puede ser comparado con las banderas nacionales. Desde la bandera se conoce el país. Su uso es encontrado y difundido por el transcurso de la historia: el emblema de Roma era el águila, mientras que el de Israel es el hexagrama (estrella de seis puntas). El emblema en cruz es uno de los más famosos, teniendo sus variaciones utilizadas por las más diferentes instituciones – La cruz cristiana de la Iglesia Católica, la cruz de la Orden de los Templarios o la esvástica (cruz gamada) apropiada por los nazis.
Como se ve, los emblemas están esparcidos por todas partes e integran las más diferentes áreas. Por lo tanto, es importante que una empresa disponga de uno en particular, por medio del cual el mercado y el público consumidor identifiquen inmediatamente sus productos, sus servicios y, por fin, su marca.
El emblema confiere más calidad al producto. Al recibir o comprar un producto con la marca de una empresa renombrada, la tendencia es sentirnos más confiados, pues pasa la idea de que está realmente comprometida con sus mercancías, dispuesta a ofrecer garantías y a asumir los riesgos por ellas.
¿Cuál es la necesidad de actualizar el emblema?
Algunos emblemas, como la Bandera Nacional, pasan por cambios muy pequeños que nunca comprometen su idea inicial. Sin embargo, en el caso de las empresas, es importante actualizarlo periódicamente, pues el mercado es dinámico, cambia rápidamente, incorpora nuevos productos y nuevos servicios, asimila nuevas ideas y acompaña la evolución de la tecnología.
Las empresas Microsoft y Google, por ejemplo, siempre están actualizando sus marcas. Esto es importante para que la identidad visual de la empresa no se supere y deje de despertar el interés. La idea principal permanece, pero el diseño se modifica. Un ejemplo clásico es el emblema del sistema operativo Windows, que, después de muchos años teniendo como base el diseño de una bandera, se adhirió al propio nombre («Windows») y traía las líneas rectas y la perspectiva para la versión 8.
Tenga mayor notabilidad
Además de la diferenciación en el mercado, vale destacar que el emblema de una empresa proporciona notabilidad, o sea, la capacidad de ser percibida por el cliente con relativa facilidad entre las otras marcas.
Una marca consistente es notable, queda grabada en la memoria y es más fácilmente percibida en medio de tantas opciones disponibles.
Conquista mayor fidelización
Como él simboliza los valores defendidos por la empresa, él también ayuda al cliente a hacerse fiel a la marca. Cuando el cliente se identifica con la marca y con los valores de la empresa, la tendencia es que se sienta más atraído por ella y desee comprometerse con lo que ella representa.
La interacción entre el emblema y el cliente es más que simplemente la necesidad de adquirir un producto o servicio. Para el cliente, utilizar un producto de esa marca tiene un significado mucho mayor, que va más allá del precio, y llega en el valor.
Obtenga mejores resultados financieros
No es casual que las marcas famosas y sólidamente arraigadas en el mercado consigan vender productos independientemente del precio que les confieren. Es válido reforzar que el consumidor no compra sólo el producto, sino la marca y todo lo que representa.
Una marca consolidada puede darse el lujo de cobrar más caro por sus mercancías y, aun así, gozar de un retorno financiero satisfactorio.
Facilite más las ventas
Una empresa fuerte, que logra diferenciarse y hacerse notable a causa de su emblema, contando con la adhesión de muchos consumidores, ciertamente logra vender con más facilidad que las empresas que aún no se consolidaron en el mercado o no crearon su propio emblema.
La empresa así privilegiada puede desarrollar procesos de adquisición y de captación de clientes más dirigidos al público correcto, que busca exactamente lo que ella ofrece.
¿Tiene un emblema significativo que confiere calidad a sus productos? ¿Está pensando en crear uno? Ese sería un buen inicio, así como valerse de broches personalizados para ir mostrando su marca diseñada a sus clientes.